Por suerte, siempre existe la oportunidad de corregir.
En un texto, implica eliminar los errores gramaticales y mejorar su calidad, estructura y fluidez; es intervenirlo para conseguir que su lector lo entienda.
Dicho “entendimiento” depende de varios factores, entre los cuales están el propósito con el que conciba su texto (un texto publicitario, utilizado para impulsar ventas, no se escribe con la misma intención que un artículo científico), el público al cual lo dirige (general o específico) y el medio en el que quiere que aparezca (la lectura de una tesis no es la misma que la de una publicación en un blog).