Una obra escrita va más allá de su escritura y de todo el proceso de edición y corrección del texto. Para salir a la luz, depende de ciertos aspectos de forma, que son los que terminan de otorgarle su identidad: estoy hablando de la diagramación, la tipografía, el diseño de la cubierta y el tipo y el tamaño del papel en el que irá impresa, por mencionar algunos.