Publicar en una revista científica (primera parte): consejos para tener éxito
La ciencia no para, y las publicaciones menos. Independientemente de los tiempos, los docentes y los investigadores tienen la misión de organizar los resultados de sus investigaciones en artículos y publicarlos en una revista indexada. A ellos y a todos los que están preparando su manuscrito para sacarlo a la luz les dedico esta compilación de notas.
Escribir no es fácil; hasta los grandes autores deben pasar por el proceso de romper el hielo con la pantalla, dar orden a sus ideas y, luego, transmitirlas de la manera que consideran que es la mejor. Sin embargo, todo tipo de texto es hijo de unas reglas que nos permiten redactarlo —en el caso de ser los autores— o de leerlo y comprenderlo —en el caso de los lectores—. En las líneas que siguen me centraré en el artículo científico.
Como gestora editorial, he tenido la oportunidad de aceptar o no cientos de manuscritos y, así, de entender las razones por las cuales algunos pasan con éxito el proceso editorial, mientras que otros se quedan en la carpeta de rechazados. Si bien muchas veces el problema radica en el contenido —un tema que no es relevante para la comunidad científica, una pregunta de investigación floja, una metodología pobre o unos resultados poco coherentes—, hay algo radical: el seguimiento riguroso de las pautas de publicación, más conocidas como “Instrucciones para autores”. Si usted, estimado lector, va a someter un artículo a una revista indexada, lea con atención mi lista-guía:
0. Punto cero: identifique la revista idónea para su publicación. Fácil: si escribe un artículo sobre la importancia de la psicología emocional en la búsqueda de trabajo en el siglo XXI, no lo envíe a una revista de hematología (suena rebuscado, pero la realidad supera la ficción).
1. Una vez identifique la revista en la cual quiere y puede someter su artículo, lea y cumpla cabalmente las instrucciones para autores. Parece básico, pero ¡los autores no leen! Cada revista tiene unos requerimientos particulares, por lo cual aquí no aplica la creatividad: un artículo no se entrega en PDF ni a dos columnas: se pide en un formato estándar, con cierta tipografía, un interlineado preciso, etcétera.
2. Desde 2009, todos los documentos que se encuentran en internet llevan un número DOI. En el momento de la consulta, verifique y copie toda la información correspondiente a la referencia.
3. Sea proactivo: si no comprende las instrucciones para autores, busque un artículo que pertenezca a la sección de su interés y revíselo en detalle. La mayoría de los artículos científicos son de acceso gratuito, así que no hay excusa para presentar la información incompleta.
4. Una vez termine de redactar su manuscrito, léalo en voz alta para sí mismo y, si es posible, para otra persona. Con seguridad, hallará errores y fragmentos sin sentido. Una vez detectados, haga los ajustes correspondientes. Mi consejo es consultar con un experto en la materia sobre la cual está escribiendo: este no solo encontrará posibles vacíos y puntos problemáticos en el discurso, sino también podrá brindarle retroalimentación sobre la importancia del tema para la comunidad científica y sobre qué tanto se ha hablado al respecto.
5. Si su artículo ha sido considerado por el comité editorial de la revista, sea riguroso con las instrucciones que aquel le envíe para adecuar el texto. Recuerde que usted es un miembro de la cadena de edición, y de cada una de sus partes depende el éxito del proceso.
6. Si su manuscrito ha pasado la revisión de pares evaluadores, siga con rigurosidad las recomendaciones de estos. Encontrar expertos que hagan este trabajo ad honorem no es fácil; tampoco lo es para las personas que se encargan de buscarlos.
7. Cuando corrija su artículo con base en las sugerencias de los pares evaluadores, cuide resaltar los ajustes; esto facilitará la última revisión del par y optimizará el proceso editorial. El tiempo es muy valioso y es responsabilidad de cada uno de los actores de la revista cumplir con su misión en los plazos otorgados.
8. Finalmente, manténgase en contacto con el gestor de la revista, y con toda la disposición para contribuir con la calidad de su manuscrito. A todos nos conviene quedar bien.
El título de este artículo incluye el “(parte I)” porque no todo está dicho en las líneas anteriores. En cada revisión o en cada corrección surgen nuevas inquietudes por resolver y nuevos errores para corregir y para compartir en este espacio. Es la naturaleza del mundo editorial.
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